En sincronía

Episodio 35: Adaptación de canciones para doblaje con Iñaki Torre Fica y Nicholas Saunders

December 21, 2022 Damián Santilli, Blanca Arias Badia y Guillermo Parra Season 3 Episode 2
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Episodio 35: Adaptación de canciones para doblaje con Iñaki Torre Fica y Nicholas Saunders
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En este episodio entrevistamos a Iñaki Torre Fica y Nicholas Saunders, miembros de la Escuela de Doblaje de Canciones y autores del Manual de traducción y adaptación de canciones para doblaje y teatro musical (2022). En los «Minutos divulgativos», hablamos con Blanca del nuevo proyecto de investigación UnivAc que trata sobre la accesibilidad en la universidad. En el «Laboratorio audiovisual», Damián nos presenta Internet Download Manager para descarga de videos y subtítulos en la web.

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En sincronía by Damián Santilli, Blanca Arias Badia & Guillermo Parra is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional License: https://bit.ly/3jXTwjB

Prepara las palomitas. Está a punto de empezar En Sincronía, el podcast hispanoamericano
de traducción audiovisual con Damián Santilli, Blanca Arias Badía y Guillermo Parra.
Les damos la bienvenida al episodio número 35 de En Sincronía, el primer podcast de
traducción audiovisual del mundo. Y hoy comenzamos oficialmente la tercera temporada. Soy Damián
Santilli y estoy sincronizado desde Buenos Aires, Argentina, con Blanca Arias Badía en
Barcelona y Guillermo Parra en Menorca. Hola, Blanca.
Hola, ¿qué tal? ¿Cómo va?
Bien, aquí de tercera temporada. Yo creo que tenemos que brindar virtualmente vía
podcast. Es época de brindis, así que...
Exacto. Hola, Guille.
Muy buenas. No voy a responder qué tal estoy porque el que tiene que decir qué tal lleva
la resaca de Argentina eres tú. ¿Qué tal por allí?
Todavía festejando. Llevamos como tres días festejando. No se termina más. Esto es una
locura total, pero bueno, acá estamos. Tremendamente feliz el país. Está extremadamente feliz.
Completamente loco la gente, el equipo, todo el mundo. Así que, felicitaciones desde el
podcast a los campeones del mundo de la selección argentina. Felicitaciones a Messi.
Sí, que finalmente levantó esa copa tan esquiva, así que muy felices. Muy felices
y un poco de alegría para este pueblo que no suele tener tanta alegría, sobre todo
en estas fechas. Es la fecha en donde menos alegría tenemos. Así que, como decían por
ahí en Twitter, por lo menos una fecha, digamos un aniversario lindo para estas fechas nos
viene bien. Ya tenéis las tres estrellitas.
Sí, sí. Espero que hagan muchas camisetas porque va a haber mucha gente queriendo comprarlas,
así que que se pongan rápido a abordar la tercera estrella.
El peso argentino se reactiva. Aunque sea por un mes, dos meses, vamos a
tener algún tipo de reactivación seguro. Bien, bien.
Bueno, en esta temporada tenemos el agrado de volverles a contar que tenemos a Una como
patrocinador otra vez. Así que vamos a arrancar como corresponde este episodio contándoles
un poquito de nuestro patrocinador. Una es la mejor herramienta en línea para trabajar
con subtítulos. En su suite de programas encontraremos herramientas para crear, traducir, revisar,
transcribir, convertir, codificar, pegar y comparar subtítulos. Su interfaz web es muy
intuitiva y fácil de usar y nos permite trabajar como profesionales de la manera más sencilla.
Además, podemos optar por distintos métodos de licencias. Tenemos licencias desde una
semana hasta un año. Eso está muy bien porque se adapta a todas las diferentes posibilidades.
Y en el sitio web de Ooona también van a encontrar el programa educativo que tiene Una para las
universidades que quieran utilizar la herramienta de forma gratuita para enseñar subtitulado.
Y también The Poool, que es una base de datos para que se encuentren las empresas y los
subtituladores. Pueden ingresar en ooona.net para probar el software gratis durante cuatro
semanas, mejorar su productividad y empezar a trabajar como profesionales hoy mismo. Así
que gracias a Wayne y a toda la gente de Una por su apoyo.
Bueno, y que dice hoy mismo, a ver, estamos en fiestas, ¿eh? Pueden empezar después
de fiestas también.
También, ¿por qué no? ¿Por qué no? Así que, bueno, un placer. Y, bueno, después
del episodio anterior que tuvimos que, como habíamos comentado por las redes, también
fue un regalito para quienes no pudieron estar en Buenos Aires, en el HispaTAV. Tuvimos
esa idea de hacer el cierre del congreso con la mesa, pero al final también pudimos grabarlo.
Así que espero que les haya gustado ese episodio. Pero, bueno, el estreno específico de la
temporada es hoy. Y les queremos contar algunos pequeños cambios, muy chiquitos de formato
que va a haber, pero para que ustedes se adapten y nos acompañen y nos cuenten, si quieren,
si les gustan estos cambios.
Lo primero es que vamos a tratar de tener algunas entrevistas más en inglés en esta
temporada. En vez de tener el formato de 3 entrevistas en español y 1 en inglés, vamos
a tener 2 entrevistas en español y 1 en inglés. Y otro cambio es que ahora quien lleva adelante
la entrevista del episodio, se libra de hacer su sección y quedamos solamente los que no
estamos llevando adelante la entrevista, son las secciones que vamos a escuchar. Así que
en vez de tener las 3 secciones, vamos a tener 2 secciones por episodio y vamos a tenerlas
en el medio, en el medio de la entrevista, como para que se tomen un descansito la entrevista
escuchando las transacciones. Así que en el episodio de hoy que Guille es nuestro líder,
va a llevar la entrevista adelante y vamos a tener a mitad del episodio, los minutos
divulgativos de Blanca y después el laboratorio de visual.
Solo una cosa, ha sido muy negativo, no se libra, se pierde. Guillermo se pierde la oportunidad
de hacer una sección. No es que se libre, ¿vale?
Yo creo que libra le queda bien.
Creo que tiene que quedar claro.
Yo que siento la necesidad constante de expresar mi opinión sobre todo, pues la verdad es
que siento que pierdo la oportunidad de opinar sobre la actualidad. No, pero es verdad que
les vendrá bien también un descanso de mi voz, yo que monopolizo la entrevista, pues
podrán escucharos en vuestras secciones.
Me parece muy bien. Bueno, Guille, ya que estamos, contanos un poquito de la entrevista
entonces de hoy, a quién vamos a recibir y qué vamos a hablar.
Pues hoy tenemos a dos invitados, a Nicholas Saunders e Iñaki Torre Fica, que tienen muchas
cosas en común. De entrada son licenciados en filología hispánica, se dedican a la
enseñanza y compaginan esto con la coordinación, bueno, son fundadores de la Escuela de Doblaje
de Canciones. Y es que precisamente por esto los hemos traído hoy al programa porque este
año, hace unos meses, publicaron el manual de traducción y adaptación de canciones
para doblaje y teatro musical. Son especialistas en todo lo relacionado con adaptación de
canciones, nos hablarán de las diferentes fases del proceso de adaptación de una canción
para doblaje, de los profesionales que intervienen en este proceso y nos contarán también anécdotas
que yo creo que son muy interesantes. Evidentemente, pues para profundizar, podríais ver el libro
que han publicado. De hecho, sortearemos una copia del manual y para eso ya os daremos
las instrucciones en redes sobre qué es lo que tenéis que hacer para conseguir esa copia.
Y nada, no voy a anticipar mucho más, simplemente, ahora como no hay sección, pues nada, casi
podemos pasar directamente a la entrevista en cuanto Damián y Blanca nos hablen de sus
secciones de hoy. Exactamente, bien. Entonces, primera parte de la entrevista, después minutos
divulgativos, Blanca. Yo voy a aprovechar que estamos de estreno de temporada para compartir
una noticia que me hace muy feliz a mí personalmente, que es que voy a empezar a dirigir un proyecto,
va a ser el primer proyecto grande que voy a dirigir yo, así que estoy feliz en el año
2023 y entonces lo que voy a hacer va a ser básicamente... Os voy a contar de qué va
este proyecto, que es un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación
de España y la Agencia Estatal de Investigación y va a ser sobre accesibilidad en la universidad,
cómo podemos hacer más accesibles los estudios universitarios y también la vida laboral en
la universidad. Excelente, excelente, muy bien. Qué bien. Y una cosa, ¿cuál es el
nombre en clave? Porque todos estos proyectos tienen un nombre en clave para el Ministerio,
¿cómo se llama? El acrónimo, quieres decir. El acrónimo es UNIVAC y el título entero
es la accesibilidad sensorial en la universidad, necesidades actuales y soluciones para el
futuro. Pero esto lo digo en la sección, como era tan largo no quería enrollar. No
quería que se nos fuera el plamita del episodio diciendo el nombre. Exacto, suelen pasar todos
los títulos de traducción. Es difícil condensar. UNIVAC, UNIVAC, muy bien, me gusta, me gusta.
Podéis quedarte con UNIVAC. Exacto, exacto. Bueno, yo voy a ser mucho más sencillo, lo
mismo, voy a hablar de un software para descarga de videos y descarga de subtítulos también
en internet, que es algo que se suele usar y además preguntar muchísimo sobre cómo
practicar, cómo descargar videos para trabajar, así podemos hablar de eso en el laboratorio
visual. Y bueno, entonces, el nuevo formato del podcast, mitad de la entrevista, después
las dos secciones y segunda parte de la entrevista. Así que comenzamos ahora mismo entonces con
la entrevista a Iñaki Torre Fica y Nicholas Saunders.
Pues hola de nuevo y bienvenidas. Ya estamos aquí con Nicholas Saunders y con Iñaki Torre Fica.
Hola, buenas tardes a todos. Muchas gracias por invitarnos. Y bienvenido Nicholas. Hola,
un saludo para todos. Perfecto, así para que asociéis las voces de cada uno. Y vamos
a ir un poco al grano para conoceros mejor. Nos gustaría que nos hablarais de vosotros,
que nos hablarais. Es que a todos nuestros invitados les pedimos que se presenten y que
nos cuenten alguna anécdota de sus inicios y de cómo acabaron donde están ahora. Entonces,
si queréis compartir esa historia. Creo que una buena manera de empezar es contar cómo
nos conocimos Iñaki y yo, que es una historia bastante curiosa. Yo ahora vivo en Madrid,
pero yo hasta los 18 años viví en Málaga y estaba haciendo segundo de bachillerato
y estaba montando un musical. Y yo quería que las letras las adaptase un letrista, un
adaptador profesional. Entonces busqué el número de Guillermo Ramos en las páginas
amarillas y le llamé por teléfono para pedirle presupuesto, confiando en que la dirección
del centro le contratase. Y estaba tan sorprendido de que un chaval de 17 años se hubiese fijado
en su trabajo, que me dijo que me hacía una letra gratis. Y entonces, a los dos o tres
días volví a hablar con él y me contó que él estaba en contacto, ahora contará a Iñaki
esta parte de la historia, con otra persona que también se había puesto en contacto
con él, que era Iñaki. Y se dio la feliz coincidencia de que Iñaki ese año en particular
estaba en Málaga. Y ahí fue cuando nos conocimos.
Efectivamente, sí, yo. A ver, bueno, yo soy un chico de Bilbao y he estudiado siempre
en el colegio francés. Y bueno, pues de hecho, llevo ya unos años trabajando ahí, unos cuantos
años, como 23. Y entonces, esto fue el año 2000. Yo estaba casi empezando a trabajar
y me llamaron para una sustitución en el liceo francés y me fui a Málaga, de marzo
hasta junio. Ya había entablado contacto con Guillermo Ramos a través de la página
del doblaje.com porque me habían gustado mucho las letras que había hecho para La
mayoría y la bestia, que como sabéis fue el primer Disney que se dobló en España.
Y bueno, pues a raíz de ahí entablamos contacto. Entonces, es lo que decía Nico. Yo recibí
una llamada de Guillermo y me dijo, oye, hay un chico en Málaga que me está pidiendo
unas letras pero tengo muchísimo trabajo en estos momentos y no voy a poder porque
necesito sacar unas cosas. Así que le he dicho que igual las podrías hacer tú. Y
así nos pusimos en contacto. Esto fue el año 2000. ¿2000 o 2001? 2001. Efectivamente.
Y así nos conocimos. Pero vamos, que fue todo por los auspicios de Guillermo Ramos
porque si no, él en Málaga, yo en Bilbao y Guillermo Ramos en Barcelona, estábamos
ahí en los tres puntos. Pero sí, sí. Y bueno, pues desde entonces somos amigos. Así
que algo que hemos hecho bien supongo. Qué curioso. Entonces, claro, esta es de hecho
una de las preguntas que teníamos prevista. Entonces, la dedicatoria tan sentida del libro
a Guillermo Ramos viene en parte por eso, ¿no? Porque vuestros caminos se cruzaron
gracias a él. Sí, y luego durante todos esos años además, hasta que tristemente
falleció, mantuvimos mucha amistad por correo electrónico. En persona también sí que
pudimos coincidir con él en Barcelona alguna vez, en Bilbao, en Madrid. Entonces, una amistad
que giraba mucho en torno al tema de la traducción y adaptación de canciones pero que luego
se fue estrechando. Entonces sí que llegamos a establecer una relación de mucho cariño
y de mucha amistad con él. Y surgió de una admiración inicial, ¿no? Puesto que, claro,
no sabíamos quién era Guillermo Ramos hasta que de repente te compras el disco de La Bella
y la Bestia, el CD con la banda sonora y aparece citado su nombre, junto con el de los actores
y cantantes que pusieron voz en el doblaje español. Y así fue como le conocimos porque
generalmente los traductores no sabían figurar, ¿no? Es algo que fuese muy corriente y bueno,
pues tuvimos la suerte de conocerle. Tuvimos la suerte de conocernos y sí, salió efectivamente
este libro. Se lo dedicamos a él porque fue el germen de todo, ¿no?
Me hace gracia que menciones la banda sonora de La Bella y la Bestia porque, de hecho,
yo la tenía el CD. Sí, sí, sí.
Y seguro que no soy el único. Yo también.
El lado oculto de Guillermo. Blanca también, ¿lo veis? Como no soy el
único. Yo lo cantaba en el coche con toda mi familia,
supuestamente. A mí la canción de Gastón para mí es mítica.
¿Y qué os iba a decir? Porque vuestro interés en sí por las canciones y por la adaptación,
¿de dónde viene? Porque es previo a esta coincidencia, ¿no? Pero hablándonos un poco
más de esos orígenes. Bueno, pues el interés, a ver, en mi casa,
por ejemplo, cuando vivía con mis padres, se ha escuchado muchísimo la música y mis
padres han sido muy amantes de los musicales, lo aparentan. Con lo cual, he estado muy acostumbrado
a escuchar musicales, ¿no? Luego, supongo que el hecho de estudiar en
otro idioma también, aunque no hay muchos musicales en francés, pero, bueno, el hecho
de aprender otro idioma, pues, bueno, la música, la traducción, yo creo que siempre han estado
ahí, ¿no? Y, pues, una cosa llevó a la otra, ¿no?
No sabría decir cuál fue lo primero, pero, bueno, simplemente me ha interesado mucho
cotejar otras versiones y ver cómo se adaptan otros idiomas, ¿no? Así que de ahí nací,
sobre todo. Sí, yo me crié en un entorno bilingüe. En
casa hablábamos español por mi madre, inglés por mi padre y me gustaban mucho las películas
de Disney. Y, claro, yo las solía escuchar primero en inglés porque, además, estrenaban
primero en versión original, lógicamente. Y me gustaba mucho comparar las letras de
la versión latinoamericana y de la versión española, de la versión de España. Y, bueno,
eso me fue generando un interés especial. De hecho, durante mis años de bachillerato
también me dedicaba a hacer adaptaciones, etcétera. Y eso fue lo que me llevó a fijarme
en ese trabajo, a fijarme en quién lo hacía. Y yo diría que es eso, básicamente. Y, de
hecho, mi interés por estudiar filología, yo creo que ese fue el germen o eso fue lo
que me impulsó después a estudiar filología. Bueno, qué interesante, realmente. Es cierto
que la traducción ya se llega de muchas maneras y hay veces que parece que todo nos ha encaminado
hacia eso y, a veces, es algo con lo que la gente se encuentra a lo largo de su vida.
Por ejemplo, tuvimos a Kiko, lo hemos tenido varias veces en el podcast, y él nos decía
que era aracnólogo y luego, al final, acabó traduciendo. Es imprevisible todo. Bueno,
vamos a hablar mucho de vuestro libro a lo largo de la entrevista, pero quería mencionar
también que el libro en sí es un hito en un proyecto común que tenéis vosotros dos,
que es la Escuela de Doblaje de Canciones. ¿Nos podéis hablar un poco de la escuela
en sí, de cómo funcionáis, de qué hace cada uno para la escuela, etcétera?
Bueno, la escuela en sí nace porque en el año 2017 decidimos que nos parecía interesante
y nos parecía importante, sobre todo, visibilizar la labor de los profesionales que se dedican
al doblaje de canciones. Es verdad que en los últimos años hay muchísima información
sobre doblaje en general, pero sobre doblaje de canciones en particular, que también es
normal, porque la cantidad de trabajo que hay es mucho menor. Pero es verdad que era
muy difícil acceder a cierta información y, de hecho, Iñaki y yo estamos accediendo
a muchos datos a través de los profesionales que estamos conociendo. Entonces, decidimos
organizar una mesa redonda en el Círculo de Bellas Artes, en la que contamos con traductores,
con adaptadores, con directores, y trajimos también a algunos cantantes que habían participado
en doblajes de cantados de Disney y que interpretaron unas canciones en directo. Y a raíz de ahí,
mucha de la gente que asistió nos preguntó si no organizábamos cursos sobre este tema.
Y es verdad que ese día organizamos un pequeño curso con Iñaki y con Ángel Fernández sobre
adaptación de canciones porque nos parecía que podía ser interesante. Y a raíz de ahí,
el interés que se fue generando, empezamos a organizar cursos en torno a este tema. Entonces,
nos dedicamos por una parte a formar a actores y a cantantes en doblaje de canciones como
intérpretes. Esas formaciones las organizamos en estudio de grabación y luego organizamos
cursos no solo de traducción y adaptación de canciones, aunque es verdad que esos son
como nuestros cursos los que están más vinculados con el proyecto, pero organizamos cursos de
traducción audiovisual en general con profesionales que se dedican a ello. Y esos son los cursos
que organizamos online.
¿Y los cursos los impartís vosotros principalmente o tenéis profesores invitados?
Depende. Los cursos de otras áreas, por ejemplo, los de traducción y ajuste, ahí contamos
con profesionales como Javier Pérez Alarcón, Reyes Bermejo, Dani Solé, porque lo que intentamos,
bueno, intentamos no, yo creo que lo conseguimos, es que todos los cursos los impartan profesionales
que se dedican a eso de manera habitual. En los cursos de canciones, trabajamos con un
equipo más amplio. Estamos Iñaki y yo, yo de hecho suelo estar más en la parte organizativa,
de vez en cuando imparto alguna sesión. Iñaki es el que se dedica fundamentalmente a formar,
a dar los cursos. Y contamos también con profesionales como María Ovelar, Ángel Fernández,
que son digamos dos profesionales con una trayectoria muy larga. Y estamos trabajando
mucho también con Marc Gómez, que es traductor, traductor para doblajes, de formación traductor,
pero también se dedica a adaptar canciones para teatro musical y para doblaje. Que es
un chaval joven también, pero que lleva ya unos cuantos años en activo y que comparte
muchos de nuestros postulados, podríamos decir.
Vale, pues luego de hecho, ahora que dices lo de los postulados, luego podemos profundizar
en eso. Me gustaría, evidentemente no vamos, no os voy a preguntar sobre cada cosa que
mencionáis en el libro, porque para eso vamos a animar a los oyentes a que lo consigan ellos
mismos, pero sí vamos a hacer preguntas con un foco un poco práctico para que a alguien
que no tiene mucha idea sobre el tema le quede claro cómo es todo este proceso. Por ejemplo,
una duda que me queda a mí es, imaginando que una productora o distribuidora tipo Disney
saca una nueva película musical, ¿qué paso sigue desde que se tiene la versión en inglés
hasta que sale una versión doblada en español? ¿Y qué profesionales intervienen en esos
pasos?
Claro, una cosa que es interesante destacar es que, igual que en el doblaje de diálogos,
en doblaje de canciones se diferencia generalmente lo que es el proceso de traducción del proceso
de adaptación. Entonces es muy habitual que el primer paso consista en asignar la película
a un traductor, una traductora, que se ocupa de hacer una traducción tanto del diálogo
como de las canciones. Ese guión pasará al ajustador y pasará también al adaptador
musical. Hay casos en los que coincide que es la misma persona. Guillermo Ramos aunaba
todas esas facetas, porque era traducía, pero también ajustaba y también hacía letras,
pero es verdad que no es lo habitual. Eso con respecto al texto. Una vez el adaptador
hace su versión, que además son procesos que se suelen hacer relativamente rápido,
aunque es verdad que según quiénes son los profesionales que están detrás, yo creo
que intentan que los plazos sean un poquito más extensos para que sea un trabajo que
se pueda hacer con el tiempo necesario.
Es el pulso que tenemos siempre, sí, sí.
Esa adaptación vuelve al estudio y el estudio convoca en ese momento a los cantantes o a
los actores de doblaje que se haya considerado que pueden cantar y que habrán consensuado
con el director musical y ahí es cuando se graban esas canciones. Luego eso pasaría
a una fase de mezclas, etc. Lo interesante aquí es que ese proceso se tiene que hacer
o se tendría que hacer de manera muy estrecha o colaborando de manera muy estrecha con los
profesionales que están trabajando en los diálogos. Me consta que hay películas o
algunas series incluso en las que eso se hace o se ha hecho, y no sé en este momento si
eso es habitual, creo que en este momento es bastante poco habitual, pero también me
consta que hay veces en las que se trabaja de manera un poco inconexa y eso luego puede
llevar a que algo que se dice en el diálogo, o sea, algo que se nombra en el diálogo y
en la canción se haya traducido y adaptado de formas distintas, ese tipo de detalles.
Yo me gustaría nombrar a Miguel Ángel Poveda, que fue supervisor de Disney durante muchos
años y me consta que era un profesional que cuidaba mucho todo eso.
Sí, aquí además lo que queremos poner de relieve, vuelvo un poco al libro pero engarzando
con esto que decía Nicholas. La idea fundamental en el libro es que se parte de la base, que
es lo que decía Nicholas, que primero hay que distinguir entre la traducción, que no
lo voy a decir literal porque es un término muy ambiguo, muy controvertido y es muy complicado
decir qué es literal, pero entre una traducción y una adaptación, es decir, cuando tenemos
una letra de canción, eso va en una partitura, hay que cantarlo, tiene que encajar en métrica
y eso es una labor distinta de la traducción. De hecho, se puede no ser traductor, es decir,
alguien puede recibir un texto que ya se ha traducido del inglés o del francés o del
japonés o del serbio y se puede hacer una muy buena adaptación de esa canción, de
esa letra. Entonces, el libro gira un poco en torno a eso, cómo hay dos perfiles distintos
y es importante que la adaptación sea buena porque al final es lo que se va a cantar y
tiene que facilitar la labor tanto del director musical como de los intérpretes, sobre todo
de los cantantes, para que no tengan que estar especialmente fijándose en algo muy concreto
de no meter la pata aquí o de alargar esta sílaba o de hacer esto porque eso no redunda
el beneficio de la interpretación. En el libro habláis de conceptos clave en la adaptación
de canciones como son el ritmo, la rima, la cantabilidad y el equilibrio que se tiene
que establecer entre estos elementos y el sentido de la canción, es decir, lo que traduciríamos
literalmente, como no querías decir. ¿Podríais explicarnos a grandes rasgos qué significa
cada una de estas cosas y qué implicaciones tienen?
Bueno, a ver, la idea, lo del ritmo, cantabilidad, todo eso no es algo original nuestro. Si vais
a la revista de Peter Lowe, por ejemplo, ya lo dice, que son esos cinco aspectos que tiene
que tener en cuenta el adaptador como si fuese un penta-atleta, que tiene que puntuar en
eso. Bueno, a ver, yo creo que lo más importante, y eso lo ha explicado Nico también muchas
veces cuando en parte cursos o cuando en parte conferencias, hay dos ejes fundamentales que
son el de la literalidad y el de la literariedad. Claro, en una canción hay que transmitir
un mensaje y un sentido como en los diálogos, lógicamente, pero la forma tiene mucha importancia,
no solamente el contenido. Entonces, ya decíamos antes que cuando se traduce una canción,
lo que interesa es dar el sentido, o sea, que se entienda lo que esa canción está
diciendo, pero luego cuando se adapta hay que tender justamente a la forma, sin descuidar
el sentido. Bien, el ritmo sería la cantidad silábica, o sea, dependería de la cantidad
de sílabas y de la distribución de los acentos, que eso es importante a la hora de adaptar
una canción para que se pueda entender bien lo que se está cantando. La rima sería semejanza
de sonidos finales entre los distintos versos en la estrofa, incluso a veces semejanza de
sonidos dentro de lo que es el mismo verso si hay una rima interna. Y la cantabilidad
es el resultado de que todo eso esté bien hecho, es decir, si los acentos están colocados
en su sitio, si el cantante no tiene que hacer un esfuerzo, digamos, añadido, porque ya
se lo sirven en bandeja, eso en principio se podrá cantar si fluye, si fluye el verso,
y eso serían los grandes rasgos, esas nociones. Iñaki, tengo una pregunta. Ahora hace un
momento, justo antes de decirnos estos términos que, como dices, en realidad pues ya aparecen
también en trabajos de Peter Low, has estado hablando como de la gran separación que hay
entre traducción y adaptación, pero de hecho todos estos términos salen de teoría de
la traducción. Entonces te quería preguntar si te parece que estamos en uno de estos casos
en los que parece que en la industria hay una terminología y entonces se separa mucho
el proceso de adaptación del de traducción, pero en realidad si tenemos una idea amplia
de traducción, si no te parece que en realidad son tareas y estoy segura de que a veces coincide,
puede coincidir la figura de un traductor con la de un adaptador. Me imagino que no
es lo habitual, pero de hecho en algunos países pasa también con otras partes del doblaje.
Entonces quería saber un poco cómo ves esto, porque en realidad son términos tomados de
la traducción todos ellos, ¿no? Sí, aquí yo creo que la diferenciación
sería, bueno yo no soy experto en traducción, en el campo es más la filología, pero de
todas maneras yo creo que se entiende bien la diferencia, es decir, aquí lo que se está
pidiendo es que se acomode el texto a la pauta rítmica, que es la que viene en partitura,
con lo cual, claro, todo es una traducción, por supuesto, porque tienes que volcar el
texto en otro idioma, pero tienes que atender a otros parámetros que quizá un traductor
literario o que un traductor jurídico no tiene que atender.
Eso sí, eso sí, claro, claro, sería específicamente en el caso de las canciones, sí, sí, sí.
Claro, con respecto a lo que dice Blanca, efectivamente, si lo miramos desde una perspectiva
un poco más amplia, se podría considerar efectivamente que esa fase de adaptación
también es un proceso de traducción, ¿no? Y por eso también el proceso de utilizar
el término traducción literal tampoco es muy acertado. El otro día, hablando con esto,
con otra traductora, le decía, digo, es que yo creo que es más bien hablar de una primera
traducción, una primera fase de traducción en la que no se tienen en cuenta determinados
aspectos como la rima, el ritmo y la cantabilidad, pero sí se tienen en cuenta otros aspectos
como a lo mejor las figuras retóricas o las imágenes. Entonces, tampoco estaríamos hablando
de traducción literal. Yo creo que podemos hablar de una primera fase en la que se atiende
a unas cuestiones y luego una segunda fase en la que se sigue trabajando sobre el texto
para atender a otros parámetros, ¿no? Esa primera fase sería la manera de abordar también
la traducción, a lo mejor, de una canción. Podría ser para un subtítulo o, es decir,
hay casos en los que hay canciones en novelas y que a lo mejor el traductor decide adaptarlas
manteniendo la rima, pero no tiene que mantener la cantabilidad. Es decir, yo creo que es
más una cuestión de parámetros que se tienen en cuenta en una primera fase y cuales se
tienen en cuenta en la segunda. Efectivamente, esa distinción terminológica tiene mucho
que ver con la manera de trabajar el novelaje, porque en teatro musical, por ejemplo, lo
habitual es que la traducción y adaptación musical recaiga sobre la misma persona. Lo
que pasa es que es cierto que es poco habitual que ese proceso lo hagan traductores. ¿Qué
ocurre? Y es una de las cosas que defendemos nosotros, que esos procesos deberían hacer
los, o esos encargos, deberían hacerlos en muchas ocasiones profesionales de la lengua,
por hablar en un sentido un poco más amplio, porque hay muchos casos también de, no voy
a nombrar a nadie, por supuesto, pero de personas que pueden venir de otros ámbitos y no tengan
ciertas destrezas o competencias lingüísticas para abordar la adaptación de un texto, pero
efectivamente en teatro es habitual que solo haga una sola persona. También es verdad
que es práctico en el caso de querer contar con un adaptador que no conozca una determinada
lengua y el hecho de que pueda intervenir otro profesional para hacer una primera traducción,
digamos, puede ayudar a que ese adaptador... Sigo conservando la diferencia traductor-adaptador
también por cuestiones metodológicas, digamos. Es una manera de conseguir que ese profesional
pueda hacer esa adaptación, pero efectivamente la adaptación es, de alguna manera, pertenece
al ámbito de la traducción también. No sé si me he ido muy por las ramas.
Sí, a mí me ha gustado mucho la reflexión y además me ha gustado que dijeras el caso
del teatro, que además es muy habitual que en el folleto de mano te digan traducción
y adaptación y el nombre de la persona. O sea, se usan de nuevo estos dos términos,
pero sí que coincide en un solo profesional el doble encargo, por decirlo de alguna manera.
Habitualmente sí. Hay algún caso por ahí de teatro musical que no, pero lo habitual
es que así suceda. Y vuelvo a citar a Guillermo, que además es que era un perfil muy completo,
se dedicaba también a adaptar canciones para teatro. Muchas veces no los guiones, pero
sí las canciones. Pero es verdad que es poco habitual que en el mundo del teatro se cuente
con traductores de profesión, digamos. En el mundo del teatro musical, perdón.
Algo que suelen preguntar alumnos nuestros en los cursos de la adaptación de letras
es si hay que saber música para traducir la letra de una canción. Aunque parezca una
paradoja, no es necesario, no es imprescindible saber leer una partitura. Siempre es un plus,
evidentemente, si sabes dónde va el silencio, si conoces bien el fraseo y todo. Pero yo
creo que no es imprescindible. Lo que sí hay que tener es una cierta musicalidad para
el idioma, para entender cómo puede ir ese verso y cómo fluye dentro de lo que es el
fraseo y cómo es el fraseo. Sí que es verdad que en algunos momentos, cuando he tenido
que adaptar alguna canción, le he consultado a Nico y digo, oye, ¿esto cómo va en partitura?
Porque no tengo claro si este silencio lo hace el cantante, digamos, de forma... Es
algo mucho más propio de esa persona porque le sale así o porque está marcado en partitura,
eso luego tiene una incidencia en la letra. Y bueno, pues en eso le resuelve esas dudas.
Pero no es imprescindible saber música, pero sí tener una cierta musicalidad. De hecho,
se ha podido darte el caso de que ha habido letras que las han adaptado músicos de profesión
y sin embargo han podido sobrar sílabas o cosas que no estaban bien encajadas y pueden
ser excelentes músicos, una cosa, no quitan a otra.
Bueno, como los que se autotraducen, ¿no? Estoy pensando en las canciones de Phil Collins
que en español, claro, algunas son un poco terribles, ¿no? Como español, no como música.
Como músicas son espectaculares. Algunas.
Si haces un análisis lingüístico son para arrancarse los oídos.
Claro, por eso decía Nicholas, ¿no? Que hace falta, digamos, el profesional de... el de
la lengua en todos sus aspectos, ¿no? Eso para no ser mal justo esa puntualización,
vamos.
Y ahora que mencionáis todo esto, yo sé que no es vuestra especialidad y sé que sobre
todo cuando habláis de traducción y adaptación de canciones estáis pensando más en doblaje
o en teatro, pero ¿cómo veis este tema en el ámbito de la subtitulación? Porque es
algo a lo que yo como profesional me he enfrentado y tengo ese dilema entre que dicen, bueno,
la subtitulación, total, la rima no se nota, tú traduce literal y ya está. Y no te pagan
más tampoco porque haya canciones, claro. Pero luego, o sea, si haces eso realmente
tengo la sensación de que te estás quedando en la primera fase que decía Nicholas, ¿no?
Es como haces la traducción teniendo algunas cosas en cuenta y luego la cantabilidad, rima
y ritmo, eso ni existe. Y luego no viene nadie más y luego eso es lo que ve el espectador,
¿no? Entonces, ¿vosotros qué opináis de que se haga eso? ¿Tenéis constancia de que
se haga algo diferente o que se haga lo mismo que el doblaje en algún caso de películas
subtituladas?
Bueno, a ver, no sé. Yo ahí es verdad, no soy especialista en subtitulado, pero sí
que es verdad que yo creo que depende también de lo que el espectador busque, ¿no? Quizá
cuando alguien escucha una canción pues igual le interesa saber qué es lo que está diciendo
la letra y no se fija tanto en cómo lo está diciendo, pero sí que es verdad que una canción
es un artefacto lingüístico y es algo artificial porque la gente no se expresa en canciones,
¿no? Entonces, sí que pienso que en el subtitulado tendría que reflejarse de algún modo, o
sea, ya digo que no soy especialista, pero sí que tendría que reflejarse el que eso
es una canción. Sí que es verdad que el espectador lo está oyendo y sabe que es
una canción, pero en la parte escrita se tendría que reflejar. O sea, yo por ejemplo
veo bastantes películas dobladas al francés o subtituladas al francés y ese aspecto lo
cuidan mucho y en las canciones o cuando se citan poemas o ese tipo de cosas, en los subtítulos
eso está muy, muy, muy cuidado. Yo creo que es importante, o sea, primero la creencia
que uno tenga por la lengua, el respeto y el amor que tenga por la lengua, ¿no? Que
eso es algo fundamental. Y creo que de ahí pueden surgir muchas cosas, ¿no? Ahora es
lo que tú dices, no se paga más o no se da más tiempo para que eso se cuide. Yo claro,
luego también es verdad que si quieres incidir mucho en la parte, digamos, de rimas o de
acentos, eso ya estás cambiando lo literal, ya sé que no tendríamos que usar ese término,
para... O sea, estás incidiendo en la literariedad y no en la literalidad. Y quizá hay espectadores
que se puedan sentir un poco diciendo, no, no, yo lo que quiero saber es, ¿qué estás
diciendo? Creo que hay una cuestión y es que cuando
escuchamos la versión traducida y adaptada a una letra, no estamos escuchando a la vez
el original, con lo cual ahí se ha podido recurrir a muchas estrategias de compensación,
se han podido desplazar conceptos de un sitio a otro para mantener las rimas en los casos
en los que eso se pueda hacer, ¿no? En los que por la configuración de la letra tenga
sentido introducir un concepto antes o trasladar uno a otra estrofa. Pero claro, entiendo que
a la hora de subtitular, como el espectador está oyendo a la vez la versión original,
ese tipo de estrategias no se pueden utilizar y eso también dificulta la posibilidad de
encontrar soluciones rimadas, etcétera, ¿no? Claro, bueno, no se pueden utilizar teóricamente,
lo que pasa es que sí que te expones a la crítica, que de hecho es una cosa que quería
comentar porque, bueno, me consta que en el caso de Los Miserables, cuando se subtituló,
se hizo eso, se hizo lo mismo que se haría en doblaje, ¿no? Y se buscó la rima y se
buscó, se tuvo en cuenta la métrica y todo, y luego cada vez que la emitían en televisión
o que salían a algún sitio, todo el mundo estaba en las redes criticándola porque black
es negro y no oscuro, ¿no? Y a lo mejor oscuro funcionaba bien para la canción y negro no.
Sí, de hecho se recurrió también, creo recordar que a Kiko le pidieron que tuviese en cuenta
la versión oficial, bueno, la segunda adaptación, que es la que encargó Stage Entertainment,
que era de Albert Masguerra, y él partió también de esas letras, lo que no sé es
si llegó a haber coordinación entre ellos dos o... Pero efectivamente creo recordar
que él, las partes, digamos, de esa adaptación que se asemejaban más al original en cuanto
al contenido, sí que pudo rescatar fragmentos de esas letras, ¿no?
En este contexto la pregunta es cuál sería la opinión concreta, independientemente de
lo que pueda pensar el usuario, porque ya sabemos que a veces eso no es que no es relevante,
pero muchas veces no se toma en cuenta y daba el ejemplo concreto de que después de 70
años de subtitular de una manera, vino Netflix e impuso ciertas normas sin nada concreto
y de hecho en algunos rubros, particularmente para el caso de subtitulado, estamos aprendiendo
ahora qué es lo que, por ejemplo, el tema de la velocidad de lectura y demás, qué es
lo que verdaderamente hay que hacer. Entonces, insisto, independientemente de lo que le pueda
gustar más o menos al público, como decía recién en el caso de Los Miserables, ustedes,
no que recomendarían, pero sí que les parecería la mejor alternativa.
Hombre, yo creo que es interesante que cuando se pueda, cuando se puede intentar respetar
por lo menos algunos parámetros, ¿no? Lo que pasa es que entiendo que en subtitulado
se podrían recurrir a opciones un poquito más flexibles o más intermedias, quizá,
por ejemplo, se puede respetar la rima, pero quizá no es necesario respetar la cantidad
silábica siempre. Eso es muy interesante, eso es muy interesante.
Claro, es que si el espectador conoce las canciones previamente y está buscando un
subtítulo que se pueda cantar o medio cantar, a lo mejor sí se podría intentar respetar,
por ejemplo, la cantidad silábica, pero si el espectador está viendo o está escuchando
una canción por primera vez, veo complicado que sobre la marcha pueda cuadrar ese subtítulo
con la música. Entonces, a lo mejor ahí respetar la cantidad silábica tampoco es
necesario, pero a lo mejor las rimas sí. Lo que pasa es que es verdad que creo que
esto es una opinión, ¿no? Que sí que, de alguna manera, el subtítulo quizá debería
ir un poquito más pegado a lo que se está diciendo en cada momento que una adaptación
cantada. Pero se puede hacer eso con rima igualmente.
Claro, lo que pasa es que, claro, para buscar la rima puede que haya versos en los que haya
que alejarse más de lo que se dice. Luego está el tema de qué tipo de rima. Nosotros
somos muy partidarios de la rima consonante. Luego explicaremos por qué. No quiero meterme
en ese campo ahora. Eso interesa, sí, sí.
Bueno, pero es como la traducción de humor, en cierta medida. En la traducción de humor
a veces tenés que irte de lo que están diciendo un poco en el original para poder cuadrar
un chiste, ¿no?
Lo ideal sería, pero claro, esto ya es por soñar que no quede, ¿no? Pero lo ideal sería
si pudiésemos hacer distintos subtítulos según la función que tengan. Si alguien
busca cantar con nosotros un karaoke, tener los subtítulos que permitan cantarlo. Si
otro tipo de espectador busca entender el mensaje, pues igual no habría que atender
a tantos parámetros. Lo ideal sería poder conjugar un poco todo, ¿no?
Yo estoy pensando ahora en un ejemplo concreto que también es de Guillermo Ramos, que fue
bueno durante muchos años el traductor y adaptador. Lo de oficial lo pongo entre comillas
porque es una figura que eso no existe, pero bueno. Él adaptó muchísimas películas
de Woody Allen, muchos guiones. Y hay una, que es la de Todos dicen I love you, que además
es I love you porque no es todos dicen, o sea, no es el te quiero, sino es el I love
you porque las canciones no se doblaron, se dejaron en inglés. Entonces, claro, ellos
no dicen te quiero, dicen I love you. Y los subtítulos los hizo él. Y son subtítulos
en los que se conjuga muy bien esto que estamos diciendo. No son subtítulos literales, perdón
por usar otra vez este término, o sea, no se limitan a la primera fase, vamos a decir,
de la traducción, sino que intentan reproducir efectivamente el ritmo, etcétera, etcétera.
Claro, esta película se basa en canciones muy conocidas en su mayoría, con lo cual
quizá interesa menos la traducción de lo que dicen exactamente, sino más bien fijarse
en cómo lo están diciendo, en que eso es una canción y se pone de relieve todos esos
componentes literarios y no tanto literales. Entonces, no sé, yo creo que ese es un ejemplo
concreto que me parece interesante, porque las canciones se cantan como tal canción.
Yo si se me permite añadir aquí un apunte, aunque apenas he traducido unas pocas canciones
y unos pocos musicales en mi vida, lo que sí diría como recomendación es preguntar
al cliente, siempre, porque hablamos de todas estas estrategias que están muy bien y son
igualmente válidas, dependiendo del contexto. Entonces, a lo mejor tenemos en mente, pues
yo voy a hacer esto, voy a hacer lo otro, que me ha pasado, de hecho, me ha tocado una
serie en la que cada episodio había una canción, yo la traduje y luego me dicen cuando voy
a entregar, te pasamos las canciones de doblaje para que las añadas a los subtítulos. Y
entonces era como, ¿qué? Tienes que cambiar todas las canciones por las de doblaje. Entonces,
claro, todo esto, si preguntas, porque muchas veces el cliente no sabe ni que hay una canción,
o sea, ni se fija, lo importante es preguntar y decir, esto es un problema, ¿qué queréis
que haga? Y ahí sí que les podéis proponer un abanico de opciones y que digan, pues haz
lo otro, que se cante, que rime. O os dicen, no, haced lo que queráis. Y entonces así
cada uno aplica su preferencia personal. Pero sí recomiendo, sobre todo para evitarse disgustos
y trabajo extra, preguntar. Sí, que eso es lo que decía antes Nicholas
también, de decir, bueno, si todos los agentes implicados están en contacto, quizá ese tipo
de cosas no se producen porque cada uno sabe perfectamente qué es lo que tiene que hacer
y qué se espera hacer. Claro, exacto. Pues creo que vamos a hacer
una pausa aquí de la entrevista y, de hecho, vamos a estrenar nuestro nuevo formato. Vamos
a dar paso tanto a Blanca como a Damián con sus secciones. La mía se la perderán hoy,
pero bueno, queda para la próxima. Así que ahora volvemos.
En este podcast no nos gusta que la investigación sobre traducción audiovisual y accesibilidad
se quede guardada en un cajón. Empiezan los minutos divulgativos con Blanca Arias Badía.
¿Cómo estáis? ¿Cuánto tiempo? Me hace muchísima ilusión empezar la primera sección
del podcast de esta temporada anunciando un nuevo proyecto que acaba de empezar y que
lo que quiero es demostrar todo lo que puede ofrecer la traducción audiovisual y la accesibilidad
a los medios para mejorar la integración de las personas con discapacidad sensorial
en la universidad. Es el proyecto UNIVAC, titulado La accesibilidad sensorial en la
universidad española. Necesidades actuales y soluciones para el futuro. Y es un proyecto
en el que voy a trabajar con un equipo formado por Ana Tamayo, de la Universidad del País
Vasco, Maro Gea, de la Universidad de Córdoba, Sergi Tourné, de la Universidad Pumpeu Fabra,
Mireia Olivet, también de esta universidad, y Daniel Segura, de la Asociación Catalana
para la Promoción de la Accesibilidad. Como de momento no tenemos resultados porque el
proyecto acaba de empezar en diciembre del 2022, os cuento de dónde nace el interés
de este proyecto y qué metodología tenemos prevista. En los estudios de discapacidad
se ha demandado la falta de trabajos dedicados a la integración de las personas con discapacidad
en el ámbito universitario. Se ha hablado de restricciones de participación en la vida
universitaria de las personas con discapacidad y gracias a algunos informes que tenemos elaborados
por entidades que trabajan por la inclusión de personas con discapacidad en el ámbito
universitario, por ejemplo los de la Fundación Universia, que os invito a consultar si tenéis
interés en estos temas. Tenemos acceso a datos estadísticos que nos llaman la atención
sobre el número de estudiantes que muchas veces denuncia situaciones de inaccesibilidad
en su recorrido por la universidad. Pero estos estudios, que son más bien de tipo cuantitativo,
no profundizan en el análisis de la implantación de posibles servicios de accesibilidad digital
que pudieran solucionar algunos de los desafíos con los que se enfrentan en el día a día.
En un podcast como este sabéis perfectamente que servicios como el subtitulado, la traducción
y la interpretación en lengua de signos o la audiodescripción pueden ser servicios
clave para facilitar la integración de las personas con discapacidad. Se ha dicho que
un posible motivo de la falta de estudios que profundicen en esto sea que la sociedad
da poca importancia a la accesibilidad y que en muchos casos las instituciones universitarias
intenten tratar de cumplir con los requisitos mínimos legales de acceso que tienen en lugar
de buscar soluciones factibles a problemas reales. Por eso, en este proyecto vamos a
hacer un estudio centrado en las necesidades de los usuarios y vamos a poner el foco en
su interacción con el entorno universitario. Vamos a trabajar con usuarios con baja visión,
ceguera, con sordera e hipoacusia, en este caso de universidades españolas, pero estaré
encantada si más adelante se replican estudios parecidos. Pues quiero mencionar a Argentina
ya que tenemos muchos oyentes de ese país en el podcast y vamos a hacer una síntesis
de las situaciones de accesibilidad y de inaccesibilidad con las que se encuentran para proponer vías
de mejora en un futuro próximo. Así que de momento aprovecho este espacio para invitar
a cualquier persona con o sin discapacidad interesada en el proyecto a contactar conmigo
si quiere saber más y nos vemos en los próximos minutos divulgativos.
Cámaras y computadoras listas. Llegó el momento de experimentar. Entremos en el laboratorio
audiovisual con Damián Santilli.
Les doy la bienvenida al laboratorio audiovisual número 35. Hoy daremos comienzo a la tercera
temporada hablando de la aplicación Internet Download Manager. Es un programa muy sencillo
que nos sirve para muchas tareas más allá del mundo de la traducción audiovisual, pero
sobre el que les contaré cómo sacarle provecho para ciertas tareas que son muy útiles en
nuestro día a día en la tab.
Internet Download Manager es un gestor de descargas que nos facilita muchísimo la bajada
de archivos desde la web. En primer lugar, esta herramienta acelera las descargas y saca
máximo provecho a la conexión que tengamos, organiza las descargas en diferentes carpetas
según los tipos de archivos que descarguemos y nos permite reanudar las bajadas de archivos
muy pesados que puedan llegar a cortarse.
La herramienta se adapta a todos los navegadores que utilizamos y, para el caso de la traducción
audiovisual, tiene una utilidad realmente muy importante. Nos facilita la descarga de
todo tipo de videos que encontremos en la web, desde sitios web de video que visitamos
con frecuencia, como YouTube o Vimeo, hasta cualquier plataforma donde encontremos algún
archivo multimedia que queramos descargar.
El programa funciona muy fácil. Cada vez que detecte un video, nos aparecerá un botón
que nos preguntará simplemente si queremos descargar el video y nos mostrará todas las
calidades posibles para la descarga. Esto, que se puede hacer con diferentes herramientas
también, según el sitio web del que queramos descargar materiales, simplifica la tarea
al unificar todo en un solo software.
Una vez tengamos esta herramienta, ya no tendremos que recurrir a otros recursos o cuentas pagas
para bajarnos un video de YouTube, de Vimeo o de alguna red social si queremos usarlo
para practicar subtitulado o doblaje, o si tenemos que bajarlo por un pedido explícito
de un cliente.
Pero hay más. La herramienta también reconoce todos los archivos de subtítulos que estén
vinculados a los videos. Así, cuando entremos en un video de YouTube, por ejemplo, el programa
nos permitirá descargar el video en todas las calidades disponibles y, además, todos
los archivos de subtítulos que estén vinculados con ese video. De esta forma tendremos acceso
fácilmente a mucho material que está en la web para trabajarlo según lo que necesitemos
hacer.
Y esto no es todo. La aplicación también funciona con la mayoría de las plataformas
de streaming para la descarga de archivos de subtítulos. Si para hacer algún estudio
o análisis, o incluso para tomar de referencia para alguna traducción, necesitamos los subtítulos
de una serie o película de alguna plataforma, este programa funcionará con muchas de ellas
para dejarnos descargar el archivo completo de subtítulos.
Solo tenemos que entrar en el navegador de la computadora a la plataforma, reproducir
el video y automáticamente el programa detectará los archivos de subtítulos y nos permitirá
descargarlos. Esto no funciona a la perfección con todas las plataformas, pero sí funciona
con las más importantes.
Por último, el precio. Si bien no es un programa gratuito, el costo es realmente accesible.
La licencia de por vida de la herramienta cuesta apenas 23 euros con 25 céntimos, o
4.290 pesos argentinos, al día de hoy. Cabe destacar que no será necesario nunca pagar
por actualizaciones dadas las características del software, así que es una inversión muy
pequeña para todos los beneficios que nos da. Yo lo he venido usando hace muchos años
y realmente lo recomiendo. Pueden encontrarlo en su sitio web oficial www.internetdownloadmanager.com.
Y hasta aquí llegamos con el laboratorio audiovisual de hoy. Pueden seguirme y ponerse
en contacto por Instagram o por Twitter con el usuario TraduGeek. Hasta la próxima.
Para que compartáis con nosotros vuestra experiencia traduciendo y lidiando con problemas
de este tipo, relacionados con canciones. Al adaptar canciones del inglés al español,
¿cuáles son los principales problemas a los que nos enfrentamos? Por ejemplo, se me ocurre
pensar monosílabos, que hay menos palabras agudas, etc. Decidnos lo que se os ocurra.
A ver, ¿cuáles son los principales problemas? Bueno, al final, yo creo que el principal
escoyo es saber bien cuál es el fraseo, sea cuál sea el idioma. Es verdad que en inglés
hay mucho monosílabos y es verdad que en inglés hay muchas palabras agudas porque
muchos digamos que son monosílabos. Pero si uno tiene claro el fraseo y dónde van
los acentos, realmente puede buscar en su propio idioma formas de transmitir lo que
está diciendo la canción. Yo creo que al final lo más importante es tener un dominio
de su propia lengua, de cómo se diría en nuestro idioma, cómo se transmitiría eso
en nuestro idioma. Porque así van a ir surgiendo todos los elementos sintácticos o léxicos
que son los que nos van a permitir hacer una buena adaptación. O sea, creo que el idioma
original no tendría que ser un problema, siempre y cuando el fraseo lo tengamos claro.
Yo creo que una de las dificultades también es saber, tener una visión del texto que
a uno le permita, a la hora de crear esa letra nueva, reflejar todo aquello que es importante
para el autor original y saber que a veces lo importante no es decir verso por verso
lo que dice el original, sino intentar entender qué hay detrás de ese proceso de creación
y pensar. Una cosa que decía Guillermo también y yo creo que es muy acertada y la podemos
aplicar por ejemplo en la adaptación de La Bella y la Bestia, me refiero a la canción
en particular de La Bella y la Bestia, es que hay que intentar que el texto final en
la lengua meta dé la impresión de que se ha compuesto en ese idioma e intentar pensar
cómo lo hubiese compuesto ese autor original si lo hubiese escrito en castellano en este
caso. Yo creo que para eso hay que tener una visión muy clara de lo que es la letra de
una canción. Yo creo que eso es otra cuestión. En el caso de la letra de La Bella y la Bestia,
que la estuvimos analizando el otro día en una charla en La Autónoma, claro, si coges
el texto original y vas mirando verso por verso, no dice lo mismo, pero cuando lees
el texto en su totalidad, lo que está transmitiendo es muy parecido y la forma de transmitirlo
también es muy similar. Yo creo que a todos nos suena esa primera estrofa. Se oye una
canción que hace suspirar y habla al corazón de una sensación grande como el mar. En el
libro contamos que había una versión preliminar, que yo creo que Guillermo no la llegó ni
a teclear, la tenía escrita a mano y era una versión mucho más pegada al original,
que era o igual que ayer vuelve a suceder, solo una amistad, luego hay algo más sin
saber por qué y que funciona muy bien. Pero le siguió dando vueltas porque quería algo
que sonara más literario, más eufónico en castellano y ahí se le ocurrió esa estrofa.
Claro, si esa fuese la única estrofa que integra la canción, a lo mejor eso no se
puede hacer, pero son cinco estrofas en las que hay espacio para recrearse en esos conceptos.
Sí, lo más importante cuando analizamos una canción, bien sea para hacer una adaptación
porque nos toca adaptarla o porque nos toca evaluarla, efectivamente no hay que fijarse
verso por verso, sino ver el conjunto, porque es verdad que puede haber disonancias o desaciertos
o diferencias puntuales, pero yo creo que siempre hay que ver el conjunto porque entonces
cuando un autor compone, no compone un verso por aquí y otro por allá y luego los junta,
sino que todo eso se arma de una sola pieza. Luego puede retocar y cambiar versos puntuales,
pero que no se pierda la noción de conjunto, eso es importante. De ahí que hay que distanciarse
un poco, luego también uno puede traducir una estrofa, dejarla así, volver a la siguiente
y si sigue sonando bien, si sigue siendo eufónica, si hay cantabilidad, si respeta esos parámetros
que hemos comentado, la puede dar por válida y seguir. Si no soporta la prueba del día
siguiente es que algo falta.
Claro. ¿Cuántas pruebas hacen con gente externa a ustedes? ¿Amigos o algo así? O
no pueden, dependiendo del producto quizás no pueden, pero para ver si gusta lo que hicieron.
Bueno, lo solemos comentar en Técnico Rasillo generalmente. No por una endogamia, sino porque
realmente lo que nos interesa, o sea, es decir, claro, uno se lo puede cantar a otra persona
y si le suena bien, pero si ya estamos buscando algo muy concreto de que se fije en una serie
de cosas, hace falta que la otra persona esté también en esa onda, o sea, no solamente
que suene bien, sino si quiere fijar en otros aspectos, necesitamos que la otra persona
sepa también de eso. Aunque luego el público no tenga por qué saber de música, ni saber
de métrica, ni saber de nada.
No, claro, pero puede gustarle o no gustarle. Una pregunta con respecto a esto. ¿Ustedes
creen que, digamos, la influencia del original siempre es 100% válida? O sea, en el sentido
de que si la canción original gusta mucho, o al revés, si no gusta, por más que uno
haga una adaptación muy increíble, lo mejor que le salga, igual el resultado no va a ser
el mismo. Eso siempre me llama la atención de que en algunos casos puedo yo opinar desde
un lugar que no conozco, pero digo, bueno, esta canción tiene muchos calcos. En español
latinoamericano, en mi caso, no en España, porque yo estoy en Argentina. Pero igualmente
la canción le va bien, tiene éxito, y uno a veces se pregunta si una versión mejor
hubiera hecho otro resultado por ahí un poquito mejor, o daba lo mismo.
Yo creo que si hablamos del éxito que tiene algo, si hablamos de la recepción del gran
público, creo que hay muchos aspectos de los que consideramos que es importante cuidar,
que a lo mejor pasan más desapercibidos. No sé si te estoy contestando a la pregunta,
pero yo creo que el éxito de algo depende no solo de criterios artísticos muchas veces,
sino de otras cuestiones. Hay canciones que tienen un éxito tremendo, pero que a lo mejor
desde nuestra perspectiva no están muy bien adaptadas.
Y ese caso, ¿por qué sería? Por ejemplo, en caso de que el original era mejor y la
adaptación no era muy buena, igual tu éxito es porque el original es muy bueno, ¿a qué
le atribuís ese éxito, por ejemplo? No sé si vas a dar un ejemplo concreto.
Con respecto a esto en particular no me viene ningún ejemplo concreto, pero creo que una
canción puede tener mucho éxito porque la música guste mucho independientemente de
lo que se diga o de cómo se diga. Me viene eso a la cabeza en este momento. No sé si
te contesté. Una parte sí. No sé si Iñaki quiere aportar algo.
Yo estaba pensando un poco en lo que decía Nicholas. El éxito de una canción es verdad
que puede venir no por la letra, sino que puede venir por la melodía o hasta por el
cantante o por el grupo. Pero cuando hay que adaptar, lo que se adapta es una letra.
Es decir, tienes que fijarte en el texto. Bueno, el original es el original. Yo creo
que es el punto de partida desde el que hay que arrancar siempre. Nos guste más o menos.
Sí que es verdad que una letra de un autor como Stephen Sondheim es un regalo, pese a
la complejidad que pueda tener, porque hay muchos asideros a los que te puedes agarrar
y sabes por dónde tienes que ir, aunque cueste mucho con tus equivalencias y todo.
Quizá otro tipo de letras, aunque en apariencia pueden ser mucho más sencillas, son más
complicadas porque igual no tienes tanto en lo que apoyarte. Esto como lo transmito.
O en la cultura, a lo que me voy a volcar, ¿esto ya se va a entender? No sé. Yo creo
que hay muchas cosas que se pueden mirar.
Con respecto a esto, quizá me alejo un poco, pero hay una anécdota que creo que es interesante.
Es que claro, yo me puedo parar a pensar en si adapto una canción y añado sílabas,
a lo mejor el espectador no se da cuenta, porque no conoce el original. Entonces uno
puede decir, bueno, ¿por qué es tan importante esto? Recuerdo, es verdad que en los últimos
años, por razones diversas en las que creo que no es necesario entrar, pero es verdad
que la manera de abordar este tipo de adaptación en Disney ha cambiado bastante. Uno de los
motivos es un cambio de profesionales, etc. Recuerdo una amiga, una amiga que no tiene
nada que ver con la traducción, es una amiga que es bióloga, está en un coro, tiene mucho
oído, pero no se dedica profesionalmente ni a la música ni a la traducción. Recuerdo
que un día charlando con ella me decía, estaba viendo con mis hijas esta película
de Disney, no conozco el original, pero hay algo raro, o sobran sílabas, o hay algo que
no me suena como me sonaban otras adaptaciones. Y es así. Entonces dices, claro, es que sin
conocer el original ves que hay frases que, bueno, que a lo mejor no son muy cantables
o no son melodías que encajen con la música que está sonando de fondo. Ya si empiezas
a mirar, ves que hay cosas que no suenan a letra de canción y es porque han intentado
de alguna forma ir muy pegados a lo que dice el original y aparte, pues porque sin ánimo
de hacer sangre con el trabajo de nadie, no han tenido la capacidad en ese momento, puede
ser por una cuestión de plazos, etc. o por infinidad de motivos, de dar con soluciones
que suenen, que sean musicales, que sean eufónicas. Y, curiosamente, en esta conversación pude
comprobar que, bueno, que el que tiene cierto oído sí se da cuenta de cuando algo funciona
y cuando no.
Lo que decíamos antes de que es la letra de una canción, es decir, no hay que perder
de vista que hay una música, que hay una partitura detrás. Y eso es lo que está marcando
toda nuestra labor.
Sí, de otras formas me refería, Iñaki, a que aunque haya una partitura, puede haber
casos en los que se añada una sílaba y, claro, el que no conoce la partitura puede no darse
cuenta. Lo más posible es que no se dé cuenta. Pero, aun así, si se abusa mucho de ese recurso
que consiste en añadir sílabas de vez en cuando, es posible que el resultado final
suene un poco ortopédico. Por eso, al final, los adaptadores más cuidadosos directamente
procuran no introducir sílabas casi nunca y ya está. Porque, si no, ¿dónde pones el límite?
El otro día, volviendo al ejemplo de La Bella y la Bestia, que yo creo que a todo el mundo
le viene a la cabeza la melodía. Estamos hablando de una canción con cinco estrofas
y cada estrofa está compuesta por cinco versos de cinco sílabas.
Eso tiene una musicalidad.
Esa regularidad está en consonancia con el mensaje de la letra, que habla de una historia
que se repite y que se renueva. Entonces, si de repente empiezas a introducir sílabas,
te estás cargando esa melodía tan regular. Claro, en esa canción sería muy evidente,
en otras quizá no. Pero yo creo que, al final, lo suyo es hacerlo bien
y tener el tiempo de hacerlo bien. Porque yo creo que, al final, cuando hay parámetros
que los respetas a veces sí, a veces no. Al final, te mueves en un terreno muy movedizo
en el que yo creo que no sabes muy bien lo que estás haciendo.
Y yo creo que, ahora me remito a algo que dijo Maríago Velar una vez en un curso.
Dice, bueno, pero ¿cuándo te saltas alguno de todos estos parámetros?
Dice, bueno, pues cuando ya tengo que entregar y no se me ha ocurrido nada
después de darle mil vueltas. Pero, mientras tanto, intento ceñirme a esto.
Efectivamente, luego hay una cuestión y es que, claro, si tienes siete días
para hacer siete letras, pues claro, a lo mejor no se te ocurren cosas
que se te ocurrirían en un mes. Pero yo creo que el horizonte tiene que ser ese
en la medida de lo posible. Y, claro, si te dedicas habitualmente a eso,
que también es difícil porque no hay tanto trabajo en este campo,
es difícil que a lo mejor estés entrenado en este tipo de adaptación.
En relación con eso, tengo una duda práctica porque, de hecho, recuerdo
que cuando empezamos el podcast Disney+, le entraron las prisas, digamos,
por sacar estrenos y sacaron el musical Hamilton, del Immanuel Miranda,
y lo sacaron sin nada. O sea, a pelos, sin subtítulos en español y sin nada.
Y durante un año no hubo subtítulos en español. Ahora ya actualmente sí que hay.
Y de repente hacen estos cambios de dirección de estrenamos esto ya,
porque con una película se puede hacer algo relativamente rápido,
aunque no es lo ideal. Pero ¿cuánto dirías que se puede tardar en adaptar
las canciones de un musical para cine? O en comparación con teatro,
de que Iñaki hace teatro.
Bueno, ahora que has nombrado Hamilton, cuento Iñaki lo de Hamilton
y te cedo la palabra. Voy a contar un caso muy poco habitual,
que es la adaptación de Hamilton al alemán. El proceso completo duró 5 años.
Claro, los adaptadores no estuvieron 5 años con las letras,
pero desde que se les hizo el encargo, además han estado con Immanuel Miranda,
con el autor original, han sido 5 años y los últimos 6-7 meses
fueron los que dedicaron a adaptar las canciones como tal.
Después de un trabajo previo de empaparse del texto.
Yo no sé alemán, he escuchado las letras, algunas a las que he podido tener acceso,
y lo que sí me doy cuenta es que no sobra ninguna sílaba en un sitio
por un motivo concreto que explica los adaptadores.
Están todas las rimas, pero claro, eso lleva mucho tiempo.
Pero es verdad que esa no es la manera habitual de trabajar.
En este musical en concreto, Immanuel Miranda se implicó a fondo en acompañar ese proceso.
Eso sería lo ideal siempre, pero claro, entiendo que eso también es muy caro
y quizá no siempre interese.
Quería decir que antes hemos hablado de canciones que se han hecho conocidas
y que a lo mejor, ha dicho Damián también, que a lo mejor la traducción no estaba tan trabajada
o sí que estaba trabajada, pero no sé, por algún motivo no funcionaba tan bien.
Pero sin embargo han tenido muy buena recepción entre el público.
Y quería aprovechar que os tenemos aquí y que sois especialistas en canciones
para ver, no sé si es meteros en un follón, pero me gustaría que opinaseis
sobre la traducción de la canción de Let it go de Frozen en español de España.
No conozco la versión latinoamericana, creo que la he escuchado,
pero ahora no me acuerdo de cómo se solucionó.
Pero para mí la letra, bueno he estado comprobando el nombre de los autores en español,
creo que son Jacobo Calderón y Alejandro Nogueras, por supuesto no es nada personal.
Esto es un comentario sobre la traducción.
A mí es que hay partes que me parecen muy poco naturales.
Siempre lo he pensado cuando mi sobrina cantaba, que repito,
una canción que ha tenido muchísimo éxito y al final ese es el objetivo,
así que genial, misión cumplida.
Pero desde la distancia qué pequeño todo es, incluso el suéltalo,
incluso lo que se repite más, ni una huella queda allá, cosas así.
No sé cómo lo veis vosotros, no sé si queréis opinar o si es demasiado comprometido,
pero para mí es una canción que se ha hecho muy famosa
y que tiene una traducción cuando menos curiosa.
Cuando he hablado antes del ejemplo de mi amiga bióloga,
hablaba de las letras de esta película precisamente.
Entonces efectivamente es una adaptación que yo creo que está poco cuidada
porque efectivamente sin necesidad de conocer el original,
es que suena rara, no suena a letra de canción.
Y es segurísimo que había mil formas de resolverlo manteniendo ese sentido,
pero buscando soluciones más literarias, que suenasen mejor.
Luego hay esta idea también de que cambiar el orden de la frase es algo poético.
A mí me suena muy a Yoda.
Y de Yoda también.
Claro, pero no tiene mucho fundamento en realidad.
Sobre todo cuando los textos originales no recurren a retorcer las frases de esa manera.
Entonces claro, si eso es una seña de identidad del autor,
que ha escrito un texto que se lee, que se canta con facilidad
y que respeta el orden natural de la frase,
pues claro, eso es algo que habría que cuidar también en la adaptación.
O recurrir a un hipérbato cuando realmente no tengas otra opción.
Pero no recurrir a ello de manera habitual o en cada dos versos.
Sí, es que tiene temas para mí incluso sintácticos.
Antes hablabais de que a veces puede ser una persona que no conozca ni la lengua extranjera,
sino que domine la lengua de llegada.
Y es que esta canción, yo siempre que oigo a los míos cantarla,
y un pensamiento en mí surgió y cristalizó.
Madre mía.
Para mí esto es un calco.
Para mí esto es un calco muy grande.
Bueno, ya está, ya está.
No quiero seguir destrozando la letra, que al fin no me gusta meterme con el trabajo de nadie.
Pero ya que estabais aquí quería saber cómo lo veíais,
porque creo que es un ejemplo de canción muy conocida y además,
claro, de una película, de una productora, pues, importante.
Sí, lo que pasa es que si la adaptación hubiese sido buena,
posiblemente la canción tendría el mismo éxito.
Conclusión, hazlo bien.
Directamente, porque no va a interferir.
O sea, hacerlo bien no es un problema.
Hacerlo bien nunca es un problema.
Pero por amor propio, ¿no? Ya está.
Sí, sí. Creo que opinamos lo mismo todos.
Sí, luego lo que decíamos antes de...
La pregunta era un poco también sobre cuáles son las diferencias
cuando hay que adaptar para teatro y para cine.
Bueno, eso lo tratamos en el libro.
De hecho, hay un capítulo específico sobre la sincronía.
Claro, cuando se va a doblar una canción para una película, para una serie,
es decir, para un producto audiovisual, hay que tener en cuenta la sincronía.
Y más en una canción casi,
porque el movimiento labial o la vocalización es mayor
que cuando se está hablando o hay un diálogo.
Mientras que en teatro musical, en principio,
no haría falta cuidar ninguna sincronía, puesto que no es un doblaje.
Yo creo que esa es la diferencia principal.
Que habría...
Es decir, hay muchas más servidumbres cuando se hace un doblaje.
Y quizá muchas veces el hecho de estar muy pegado a lo que dice el original
y decirlo casi exactamente igual,
no sé si podría pensarse que es una garantía
de que la sincronía va a ir mejor o de que es mejor o más pegada.
Pero los idiomas no son cantos unos de otros.
Entonces, es más... Eso hay que cuidarlo mucho.
Es mucho más complicado.
Claro, y hay una cuestión también.
Yo creo que en ese afán
por ser muy fieles a lo que se dice en el original,
yo creo que también nos olvidamos de algo.
Y es que muchas canciones...
Cuando el letrístala se articula,
va trabajando fondo y forma a la vez.
Es decir, me acuerdo ahora de una entrevista a Stephen Sondheim
en la que habla de cómo compuso una canción de A Little Night's Music,
del musical que lo montó Mario Gass también en catalán y en castellano.
Música para una noche de verano.
Y habla de una canción que se llama The Miller's Son,
que la adaptaron como el pastor, me parece que fue.
Y él habla de cómo buscó...
Porque está plagada de rimas internas.
Entonces, habla de cómo fue buscando todo el vocabulario,
iba encontrando palabras que rimaban entre sí
y que podía ir relacionando para expresar determinados conceptos.
Entonces, claro, el contenido, en realidad,
vino un poquito dictado por la forma, en ese caso.
Es decir, si hubiese encontrado otras palabras que rimasen,
posiblemente hubiese acabado diciendo ciertas cosas distintas.
Entonces, yo creo que eso es importante a la hora de adaptar
y darnos cuenta de que, a lo mejor,
modificar o cambiar un concepto por otro,
siempre y cuando se muevan dentro de un mismo ámbito,
está haciendo que trabajes de una manera más similar
a cómo trabajó el autor.
Entonces, que también hay que saber qué sitio ocupa cada concepto,
cada idea, porque, a lo mejor, en inglés, efectivamente,
habla del Miller-Sand y, en castellano, ahí lo adaptaron como el pastor.
Creo que luego lo modificaron en ensayos.
Entonces, claro...
Luego fue el molinero.
Un molinero buscaré y luego primero me casaré con un pastor, sí.
Sí, pero bueno, es muy interesante ver
cómo es el proceso, efectivamente.
Lo más importante cuando se adapta a la letra de una canción,
claro, es que eso requiere tiempo,
que es precisamente lo que no se suele tener.
Hay que conocer muy bien el original, pero no me refiero
solamente a la lengua del original,
sino de dónde surge esa canción, qué es lo que está contando,
por qué lo está contando así.
Luego no es lo mismo traducir una canción para lo que sería un musical
que ya hay un repertorio, hay un hilo narrativo generalmente,
que una canción pop, por ejemplo,
que puede estar suelta y ser algo más libre.
Esto de la libertad, la fidelidad y la literariedad,
hay que ponerlo entre muchas comillas,
porque son conceptos espinosos con los que estamos tropezando constantemente,
porque en el fondo es lo que hace
que a veces no se pueda llegar
a buen puerto.
Pero sí es interesante saber, efectivamente,
que en ciertas canciones la forma es tanto o más importante
que lo que está diciendo, y eso hay que mantenerlo en la adaptación.
Además, si la forma no fuese importante,
en un musical los personajes directamente
no cantarían y solo hablarían.
Lo que distingue la canción del diálogo
en gran parte es la forma,
y la forma es la música combinada con la forma del texto.
Entonces, si eso no fuese importante,
directamente no habría canciones.
Creo que esto es importante.
Quería preguntaros,
ya que cada maestrillo tiene su librillo,
un tema que me interesa mucho hace tiempo,
de hecho, hace dos años,
lancé un vídeo en redes sociales,
que a lo mejor a algunos de nuestros oyentes les suena en YouTube,
que se llamaba Las manías del traductor audiovisual.
Antes de que Blanca y Damián mataran mi canal de YouTube,
porque me invitaron a formar parte del podcast.
Bueno, a lo mejor si no tuviera que hacer los episodios...
Pero estoy muy contento con el nuevo proyecto.
Es que tenía que decirlo.
Saqué un vídeo sobre las manías del traductor audiovisual.
Y claro, en vuestro caso,
¿tenéis alguna manía de la que seáis conscientes?
Que digáis, esto cada vez que lo veo en una adaptación me chirría,
o esto lo pongo siempre que puedo como truco para tal.
¿Tenéis algún ejemplo así curioso
que nos queráis contar?
Bueno, hoy tengo que decir que las adaptaciones que he hecho para letras
han sido siempre para proyectos
que los ha capitaneado Nicholas.
Quiero decir, no hay una letra mía para un doblaje
ni para una obra de teatro musical que esté bien cartelera.
Pero bueno, eso no quita para quien me lo haya tomado muy en serio.
Pues no sé si deberían manías,
pero sí que es verdad que a fuerza de hacer,
esto es como el ejercicio y la gimnasia,
cuanto más haces, al final el cuerpo se va acostumbrando.
Pero sí que es verdad que
algo que he ido aprendiendo de forma autodidacta,
porque ya he dicho que no soy traductor,
pero bueno, pues a fuerza de hacer,
sí que es verdad que tiendo a buscar
rimas en consonante, por ejemplo,
si el texto original las hay que en inglés o muchísimas.
Es verdad que nos estamos moviendo siempre
en lo que es el teatro musical, en canciones pop
igual eso no es tan rigido.
Y bueno, pues buscar rimas consonantes implica que hay que
dominar mucho el vocabulario y poner muchos enonimos.
Pero algo que sí me he dado cuenta,
a fuerza de hacer y de adaptar,
siempre he tenido mucho tiempo, porque aunque los proyectos,
o sea, él siempre me ha avisado con mucho tiempo y me ha dado carta blanca
para que lo fuese adaptando a mi ritmo, lo hemos ido protegiendo.
Con lo cual he trabajado en unas condiciones que son privilegiadas,
que no tienen nada que ver con las de los adaptadores
que se dedican a ello.
Pero algo que sí me he dado cuenta es, por ejemplo,
la sintaxis. Es decir, si uno domina bien
cómo van engarzándose los
los versos y las estrofas
y hace que la sintaxis sea fluida
eso tiene una importancia decisiva
a la hora no solamente de la cantabilidad,
sino de la inteligibilidad. Y creo que eso es importante.
Muchas veces nos paramos a pensar en esta palabra o este término,
pero no solamente es eso, sino creo que
la sintaxis en el fondo es el armazón, es lo que sostiene todo.
Y creo que eso a fuerza de
darle vueltas y de comparar formas
cómo se dice esto en inglés
y cómo se suele decir en castellano.
O sea, no cómo se dice, sino cómo se suele...
No hacer una traducción
iliteral, y perdón por volver a emplear el término,
sino cómo se suele decir en castellano. Al final
vas encontrando una sintaxis que es mucho más
natural, o mucho más que forma parte
de su propio idioma, y eso te va llevando
a que la letra
fluya. Y luego, a veces,
para acabar esta intervención mía,
a veces uno recurre a una lista de palabras
o tiene algunos términos que le gustan
por la razón que sea, y los puede
colocar a veces en más letras. O sea, unos monosílabos
que son tan cotizados. A mí me gusta mucho la expresión
la de un tris, por ejemplo. Un tris,
pues bueno, si se puede meter en alguna letra,
siempre y cuando, claro, tenga el primer sentido, lógicamente,
no por meterle con calzador, pero bueno,
puede ser una expresión que según el contexto, según el número de sílabas,
según la rima, etc., puede ser interesante.
Sí, yo suscribo todo lo que dice Iñaki.
Me adhiero a ese manifiesto
a favor de la rima consonante, sobre todo porque
cuando hablamos de doblaje de canciones,
habitualmente estamos hablando de canciones compuestas por letristas
de musicales. Es muy habitual. Todas las letras
de Disney son de Stephen Schwartz, de
Tim Rice, Robert Ashman, Lin-Manuel Miranda,
ahora que son letristas de musicales. Entonces,
estamos hablando de textos que tienen
origen en lo mismo, ¿no? Y las letras de musicales,
quitando excepciones,
son los letristas
de musicales americanos,
son muy, muy, iba a decir obsesivos,
no me gusta la palabra obsesivos, pero son
muy cuidadosos con rimar siempre
en consonante. Entonces,
porque eso al final crea,
crea mucho a la cohesión del texto, porque además
las rimas en música, en letras, se colocan
en sitios estratégicos porque coinciden
generalmente en la misma parte del compás,
que es algo que en poesía no es necesario, ¿no? Pero las rimas
no pueden ir en cualquier sitio. Las rimas tienen que estar en
sitios donde coinciden, es decir,
si están en la primera parte del compás, pues esas palabras tienen que estar
en la primera parte del compás, si no, el oído no las va
a identificar como rimas. Entonces,
la rima consonante ahí ayuda mucho a la cohesión
fundamentalmente, ¿no?
Que no siempre se puede mantener, no, siempre no,
pero es otro de esos horizontes
que es interesante tener, ¿no? Y yo creo que
una cosa que suele coincidir es que
los adaptadores que cuidan este parámetro también cuidan los demás, ¿no?
Y quizá la otra manía es los acentos musicales,
que es muy importante porque
si la canción es una prolongación del diálogo,
cantar ya es un artificio, es decir, es algo que no haríamos
en la vida real para expresarnos,
pero que menos, por lo menos, que lo que estoy cantando
siga las
normas de la prosodia, ¿no? Es decir, si yo digo,
pues cualquier verso
que me venga a la cabeza, perdón por volver sobre
Frozen, hazme un muñeco de nieve, ¿no? Pero claro, hazme un muñeco
de nieve, un muñeco, claro, nadie dice
muñeco. Entonces,
yo creo que eso es importante también, sobre todo para que suene,
para que se entienda, pero también para que suene
natural y creíble.
Dentro de, sí, sí, de la suspensión de
incredulidad ya necesaria para ver
la ficción en sí, pero sí, sí, sí, entiendo.
¿Y recomendáis algún recurso en particular para encontrar
estas rimas? ¿Diccionarios, online,
algo, algún truquillo que tengáis?
Hombre, a ver, un diccionario de rimas los hay online y
vienen muy bien. La verdad es que cualquier
recurso que esté, digamos, a nuestro alcance estará bien,
pero al final es lo que a uno le suene
y lo que a uno le lleve. Es un poco lo que decía antes
Nico sobre Sondheim, y me estoy comparando con
Sondheim, ni con Nicholas
tampoco me estoy comparando con él, pero
es a lo que te
lleve cuando estás adaptándose. Muchas veces
sí, está bien hacerse listas de palabras, pero
no sé, hay algo intuitivo
que no se puede
cuantificar ni se puede plasmar forzosamente,
pero es algo que sí que te lleva.
Todo es intuitivo, es decir, luego cuando uno hace una letra
y la analiza después,
sí que es interesante, o sea, por eso es interesante compararla
con otra persona que sí que sepa del tema,
y que te pueda hacer ver, ah, pues aquí has utilizado este recurso
porque tal o porque cual, y que algunas veces no somos conscientes.
Pero sí me parece importante
lo que decía al principio, el amor por el idioma y que te guste
el idioma al que estás adaptando, que te sientas cómodo
y que, pues eso, o sea que no todo
es inspiración, es verdad que hay que trabajar, hay que
darle muchas vueltas, hay que cantarlo, hay que volver
a cantarlo, hay que dejarlo reposar, hay que volver a leerlo,
pero yo creo que por muchas herramientas que tengas
a tu alcance, que están muy bien, si te falta
un poco ese punto, vamos a decir,
pues es complicado que se vaya a hacer
una buena letra,
en mi opinión, porque todo es muy discutible,
evidentemente. Vale, pues si os parece
me gustaría cerrar la entrevista porque ya
nos estamos alargando un poco, aunque es todo súper interesante,
pero me gustaría cerrar con
un poco una visión de futuro, o sea,
vosotros que estáis en este ámbito,
¿cómo veis, o sea, veis algún
margen para innovar en
este ámbito de la traducción y la adaptación de canciones?
¿Os viene a la cabeza algún proyecto innovador
que esté haciendo alguien? ¿O vosotros mismos con la escuela
estáis llevando a cabo algún proyecto
más experimental para ir un poquito más allá
en la práctica en sí y en la formación?
Sí, a ver, yo creo que innovación en cuanto a lo que es
la técnica de traducción, adaptación
como tal, yo creo que ahí hay poco margen,
sino yo creo que es más cuestión de desarrollar en profundidad
lo que
funciona, yo creo que es más cuestión de eso.
Yo creo que hay una cuestión fundamental y eso sí que es
algo que abordamos desde la escuela y siempre estamos
buscando maneras de hacerlo. Yo creo que hay algo fundamental que es
que tiene que haber conocimiento de todo esto
por parte de los distintos agentes, porque yo creo que uno
de los grandes escollos que
se han encontrado muchos profesionales y se siguen encontrando
porque me consta,
por gente que está en contacto con nosotros y está en activo,
es cómo he entregado una adaptación
y ahí me teman un montón de gente
porque todo el mundo opina, porque uno dice no, es que yo creo que esto
es tal y eso pasa
en mayor o menor medida en distintos proyectos, pero pasa
y muchas veces, muchas veces no,
en todas se debe a que
falta conocimiento e información
por parte de los agentes que intervienen
después.
Voy a contar, perdón, un caso curioso, no quiero
extenderme demasiado y es sobre Guillermo, pero me parece
interesante porque es algo que
hay una entrada en nuestra página web en la que lo comentamos.
Guillermo hizo las letras de la bella y la bestia
entonces luego se hace el musical de teatro,
el musical de teatro se estrena primero en México,
se hace una adaptación allí
en la que se tiene en cuenta la adaptación
de la película y luego se monta aquí.
Cuando se monta aquí deciden
contratar a un adaptador, es una persona
a la que no tenemos muy catalogada todavía porque no hay
mucha información sobre esta persona. Esa persona
toca las letras de México y eso llega a los ensayos
y cuando llegan a los ensayos los actores dicen
¿pero esto qué es? Si en la película se canta esto. Entonces
se empiezan a introducir las letras porque claro
en el musical hay letras, hay canciones de la película y canciones nuevas.
Se empiezan a introducir las letras de Guillermo, pero nadie
habla con Guillermo, eso se estrena y el nombre de Guillermo
no aparece por ningún lado. Guillermo recibe una carta
de disculpa de Disney al año o así
se quejó, pero es que para más Sinry años
después Stage vuelve a montar el musical
cogen esa adaptación, se la dan a otra persona
para que la vuelva a retocar, esa persona aparece como
adaptadora, se la nomina también a un premio por adaptación
de teatro a ella y están todas las letras
de Guillermo y a Guillermo no lo ha nombrado nadie en no sé cuantos años.
Es que es de traca
esta historia. Es de traca porque todo el mundo sabía
de quién era, pero nadie. ¿Y eso cómo puede ser?
¿No? Y luego hay letras de él a las que le han
cambiado palabras y dicen no hemos cambiado esta palabra por esta otra
entonces es como un Frankenstein aquello.
Y la persona nominada al premio
no dijo nada. Pues no sé si dijo o no
a mí no me consta que lo haya dicho. Dices
¿esto cómo puede ser? ¿esto cómo puede ser?
Soy así de bueno, he cambiado
tres palabras.
Otra manera de trabajar
es directamente juntar
que eso es una experiencia que estamos llevando a cabo ahora, lo hemos hecho
en Valencia en mayo, en Málaga
en noviembre, es formar grupos de traductores y
cantantes y que todos hagan todo. Entonces
empezamos con, esto de hecho lo vamos a hacer
María Ovelar y yo, juntamos
los traductores con los cantantes y trabajamos durante una mañana
en la adaptación de una canción. Obviamente los traductores
ahí pueden aportar más y luego
se graba la canción en un estudio y todos graban
tanto los traductores como los cantantes y uno de los objetivos ahí es
llegar a conclusiones a partir de un caso práctico
que han tenido que trabajar en primera persona.
Entonces, bueno, yo creo que sería interesante
profundizar en esta manera de trabajar porque sería la forma
yo creo que es enriquecedor para el traductor
porque se puede dar cuenta de cosas con respecto
a cantabilidad, por ejemplo, al estar en el estudio
y escuchar cómo se graba eso
y además tener la oportunidad de enmendarlo ahí
y para el cantante también
es una manera de descubrir todo ese trabajo
que hay detrás para luego poderlo respetar
que yo creo que eso es muy importante y que no siempre se hace lo mismo
por desconocimiento. No, no, me parece muy interesante
de hecho tiene que ver con otras iniciativas
docentes que se están haciendo, ahora pienso en
Pablo Romero Fresco, con accesibilidad
y con intentar que los propios cineastas sean
conscientes de lo que implica la traducción, o sea
que sí que veo un paralelismo entre
estas formas de enseñar, vamos.
Pues si os parece
para cerrar ya la entrevista
habladnos de dónde podemos encontrar
vuestro libro, dónde podemos encontrar la Escuela
de Doblaje de Canciones, en qué redes estáis y demás.
Sí, nuestra página web es
escueladedoblajedecanciones.com y ahí están los enlaces
a todas las actividades que organizamos
también para acceder al libro
tanto en su formato digital como en su formato
en papel y luego
estamos en Instagram, somos
Escuela de Doblaje de Canciones y en Twitter y en Facebook
también somos Escuela de Doblaje de Canciones.
Perfecto, pondremos los enlaces en la descripción del
vídeo de YouTube, pero igualmente
que lo sepáis y nada, muchas gracias por
haber venido, por estar aquí y compartir un poco
adelantarnos parte del
contenido del libro para los que luego
lo quieran profundizar más pues ya saben dónde ir
y eso ha sido un placer, aprended un poco
más del tema. Muchas gracias a vosotros
también, ha sido muy interesante
compartir esto con todos. Muchísimas gracias.
Muchas gracias a vosotros, ha sido un rato muy
ameno y muy agradable. Muchas gracias y hasta la próxima.
Nos alegramos mucho, gracias.
Hasta la próxima. Adiós.
Muy bien, y así ha pasado el episodio
de hoy con la entrevista a Nicholas Saunders e Iñaki Torre Fica.
¿Qué les ha parecido, Guille? Pues
a mí me ha fascinado el conocimiento, yo diría
casi enciclopédico que tienen de este tema,
que es que les preguntas cosas y
lo relacionan todo, pues este autor
y lo tradujo este y lo adaptó este para esta obra
en concreto, pero es que además se saben pues eso,
pueden relacionar todas estas cosas, tienen sus
anécdotas del sector y
cosas que es difícil conocer
a no ser que tengas experiencia de primera mano con esto.
Da ganas de hacer un episodio solo de
los escenarios, de las canciones,
de las que no hicieron ellos, ¿no?
Curiosidades. Y luego así a nivel anecdótico
me ha parecido curioso lo de que
intentan cuadrar todo hasta el punto de que
si pueden no añadir una sílaba,
mejor no añadirla para que no se descuadre porque la canción original
está pensada hasta la última coma
y la traducción tiene que cuidarse
y claro, desde el punto de vista de, yo vengo del mundo
de la subtitulación donde las canciones se
traducen de cualquier manera y no hay letrista ni hay nada
y claro, que te digan eso, es que no, es que aquí han añadido
una sílaba y se nota y dices, wow, que nivel de
cuidado está esto cuando se hace bien.
Blanca. Pues yo estoy muy de acuerdo, me ha gustado mucho,
he aprendido mucho también del tema, no es un tema
que domine mucho y me ha encantado
estar con ellos y además quería decir que me han parecido
unos invitados muy elegantes
porque si os habéis fijado, no
critican las malas prácticas de los demás sino que
se centran en las buenas y
de hecho, yo creo que he cometido un error metiéndome
con el trabajo de
un profesional en algún momento de la entrevista y por supuesto
aprovecho este momento para decir que no es nada personal
y que toda mi admiración por el trabajo de cualquier persona
pero sí, sí, de ellos
sí que quiero destacar que son personas
elegantes porque se nota que saben muchísimo y no se
centran en lo malo y eso creo que no lo hace
todo el mundo. Me gustó el término elegante, fue una
entrevista elegante, sí, sí. Me parece que
va acorde con el inicio de una temporada.
Sí.
2023 elegante. Se viene
el 2023 elegante y cuando se entere las próximas entrevistas
que tenemos seguro que van a pensar lo mismo. Así que bueno, hasta acá
llegamos con el episodio de hoy. Recuerden visitar nuestro patrocinador
ooona.net y registrarse para las cuatro semanas
de prueba. Recuerden también que pueden encontrar toda la
información del podcast en nuestro sitio web
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y también en nuestro canal de YouTube y que a nosotros tres nos pueden
encontrar en LinkedIn, Twitter e Instagram.
Hasta la próxima.

Entrevista: primera parte
Minutos divulgativos
Laboratorio audiovisual
Entrevista: segunda parte